El sistema nórdico parece ser
el que ha dado mejores resultados. Finlandia, Dinamarca y Suecia se
encuentran dentro de las economías más competitivas del mundo, pese a su
fuerte protección social.
El crecimiento de estos países está
muy por encima de la media europea, y mantienen niveles relativamente
bajos de desempleo. La flexibilidad de la política laboral en el modelo
nórdico ha sido un factor determinante para estos resultados positivos.
La
esencia de este modelo es que el estado interviene con fuerza en la
economía, y su
prioridad es la redistribución de la renta y la igualdad
de oportunidades. Los programas sociales son extensivos, están
bien financiados, y cubren a toda la población. Los servicios públicos
acostumbran a ser excelentes; sólo los muy ricos no los usan. El estado
tiene agresivas políticas de apoyo a la familia en forma de servicios
sociales, bajas por maternidad/ paternidad, guarderías y ayudas
directas, con lo que la natalidad es bastante alta.
En cuanto al
mercado liberal, la regulación es escasa, con
despidos baratos, pero el
generoso subsidio de desempleo (que por cierto, sólo se recibe mientras
se busca empleo y puede reducirse si se rechazan ofertas) y las
agresivas políticas de inserción laboral compensan esta vulnerabilidad.Actualmente,
la mayoría de los países europeos, aquellos que hemos clasificado en la
categoría de continentales, están intentando salvar sus costosos,
grandes e ineficientes sistemas públicos, y es por ello que en Europa,
especialmente en la Comisión Europea, se está planteando copiar el
“modelo nórdico” para instalarlo en sus economías.
El problema
es que la percepción que los políticos y el público en general tiene de
dicho modelo no se corresponde con la realidad. Muchas personas,
economistas incluidos, cuando oyen hablar del “modelo nórdico” lo
asocian al modelo que estos países presentaban en la década de los años
70 u 80, es decir, la versión extrema de la protección estatal “de la
cuna a la tumba”. Pero en contra de lo que la mayoría de la gente
piensa, los países nórdicos tienen ahora un modelo diferente como vamos a
analizar país por país.
CARACTERÍSTICAS ECONÓMICAS DEL MODELO NÓRDICO
DINAMARCA
En
1970, en términos de PIB per cápita, Dinamarca era el tercer país más
rico del mundo, superado sólo por Estados Unidos y Suiza. En 2003
–después de más de treinta años de Estado del Bienestar Dinamarca cayó
al séptimo puesto y aumentó su tasa de paro.
Pero Dinamarca
recuperó en 2006 su tercera posición como país más rico del mundo
después de Noruega y Suiza. Esta mejora se debe a cambios introducidos
por la Autoridad danesa denominados, flexiguridad. Consiste en una
combinación de un alto grado de flexibilidad en el mercado laboral,
protección al trabajador desempleado y eficaz política activa de empleo.
Se da
flexibilidad en el mercado laboral, lo que permite una
adaptación casi inmediata de las necesidades de mano de obra que tienen
las empresas en función de la coyuntura económica. Un trabajador danés
tiene a lo largo de su vida una media de seis empleos, en vez de los
cuatro que tiene el de la UE. Eso quiere decir que existe en Dinamarca
una mayor predisposición de los empresarios a contratar y a despedir. En
cambio, en algunos países del centro y sur de Europa,
la rigidez del
mercado laboral es uno de los motivos principales que explican el
elevado nivel de desempleo, como es el caso español.Dinamarca
posee una seguridad social financiada por el estado que concede un
subsidio de desempleo relativamente alto. Existe, además, un fondo para
desempleados que se financia a través de aportaciones de los
trabajadores. Pero quizás el
éxito del modelo danés venga dado por su
eficaz
política activa de trabajo (formación profesional y reconversión
de oficios para los parados). Los
desempleados daneses tienen
derechos
(subsidio de paro), pero también
obligaciones. Dichas obligaciones son
tratar de encontrar empleo de forma activa, realizando todos los
procesos de formación que sean pertinentes.
La política está tan
bien concebida que
resulta difícil que un ciudadano pueda abusar del
sistema (algo que sucede bastante en España).Por ejemplo si un parado,
que cobra el subsidio, al cabo de tres meses sigue sin empleo, se le
obliga a ocupar un puesto de trabajo que esté libre.
El modelo
danés introduce un cambio muy importante en el Estado del Bienestar: en
vez de proteger el empleo se protege la flexibilidad. Por ello, no es
sorprendente que la UE, al igual que lo hacen otros muchos países,
estudie el modelo danés, sinónimo de elevada productividad con paz
social y consenso político.
FINLANDIA
Desde 1945
hasta 1991, Finlandia tenía una maniobra limitada por la URSS. Finlandia
lleva años con una estrategia de crecimiento a largo plazo, que le
permite crecer de forma sostenida. Resulta sorprendente cómo esta
estrategia ha conseguido que Finlandia sea una economía puntera en
tecnología en apenas 15 años.
Todo comenzó a principios de los
años 90. Con el derrumbamiento del comunismo, la economía finlandesa
sufrió una fuerte crisis. Para tratar de superar esta crisis, el país
optó por conseguir una
buena estructura educativa, que hizo que sus
trabajadores se encontrasen entre los más cualificados del mundo. Con
ese capital humano, las empresas finlandesas han logrado un alto grado
de competitividad.
También llevó a cabo un drástico
cambio de su
estructura económica. Pasó de la fabricación de productos industriales, a
las nuevas tecnologías (comunicaciones y electrónica).
En cuanto a
su Estado de Bienestar, ha logrado consolidar el consenso social entre
empresarios, sindicatos y gobierno, lo que asegura la paz social por un
lado, y consigue que, a largo plazo, los precios sean estables, lo que
está permitiendo mantener la competitividad internacional.
Otro
de los aspectos clave es el
incremento del gasto en I+D (3,5% del PIB,
el tercero más alto del mundo, después de Suecia e Israel).
Por
último, la economía finlandesa se vio muy beneficiada por su entrada a
la Unión Europea (UE), que vino a sustituir el antiguo papel que jugaba
la URSS, logrando acceder a un gran mercado donde vender sus productos.
ISLANDIA
Antes
la sociedad islandesa era socialista, pero esto cambia en los años 90
cuando sube al poder el Partido de la Independencia (conservador). Se
empieza a liberalizar la economía. Muchas compañías estatales se
privatizaron para poder competir.
El PIB de Islandia creció a una
media de 4.3% anual entre 1995- 2006. No hay que olvidar que Islandia,
con sus 300.000 habitantes, ha conseguido en el plazo de 16 años
convertirse en uno de los países más prósperos del mundo y con mayor
nivel de bienestar social.
NORUEGA
La economía
noruega empezó a mejorar a partir de 1981, año en el que el partido
laborista perdió las elecciones. El nuevo gobierno de centro derechas
puso en marcha una profunda reforma del modelo económico con políticas
orientadas al mercado. Se liberalizaron los mercados financieros, se
abolieron los monopolios estatales y se introdujeron hospitales
privados.
Sorprende como los ingresos obtenidos de las exportaciones de gas y petróleo financian el Estado de bienestar
El
resultado de este largo proceso de liberalización se tradujo en
alcanzar la renta per cápita más alta del mundo en el año 2005.
A partir de 2005 una coalición socialista gana las elecciones y propone más intervención del Estado.
SUECIA
El
modelo económico sueco funcionó de forma ejemplar durante casi treinta
años actuando como referente para otros gobiernos determinados a crear
un Estado del Bienestar. Fue un periodo que desde 1945 hasta la década
de los 70 caracterizado por un rápido crecimiento, pleno empleo y
estabilidad de precios. En este periodo también se desarrolló el Estado
de Bienestar tal y como lo conocemos ahora.
Entre 1973 y 1979, el
modelo sueco entró en crisis. La brusca subida del precio del petróleo y
la gran competencia por parte de los países emergentes de reciente
industrialización, provocó que Suecia experimentase un aumento del
desempleo y una ralentización en su crecimiento económico. Todo ello
coincidió con un progresivo
envejecimiento demográfico que hacía
peligrar las generosas pensiones de jubilación. Con la entrada
del gobierno social-demócrata se llevó a cabo un plan de saneamiento
para paliar los problemas que iban surgiendo. Dicho plan consistió en
una drástica bajada de las ayudas familiares, prestaciones por
enfermedad, subvenciones para vacaciones, vivienda y el seguro de
empleo. Aunque se aseguró una buena parte del gasto social, a partir de
1995 se limitó su crecimiento en los presupuestos generales del Estado.
Los
resultados no se hicieron esperar, la deuda pública disminuyó. Ello
permitió mantener el Estado de Bienestar sin necesidad de recortes en el
gasto público o subidas de impuestos. Desde 1994, el crecimiento
económico sueco se ha situado medio punto por encima de la media de la
UE.
En 1999, el Parlamento sueco aprobó una reforma del sistema
de pensiones de jubilación que sustituyó al existente hasta entonces. El
nuevo sistema es uno de los más completos que se conocen hoy en día,
cada sueco activo, además de cotizar de acuerdo con el reparto del
sistema vigente, tiene que dedicar un porcentaje de sus ingresos a un
seguro de vida privado de capitalización, para que no recaiga toda la
carga en el Estado.Suecia sigue introduciendo cambios radicales,
en 2006 ganó las elecciones la derecha sueca, se da importancia las
privatizaciones lo que permitió un crecimiento de un 4,7% con una baja
inflación y un consumo y un nivel de salarios en aumento.
La
globalización de los mercados y la mundialización de la economía hacen
que el control exagerado de la actividad empresarial por parte del
Estado y el elevado gasto público tengan efectos muy negativos en la
economía. Se trata de redimensionar el sector público y dar paso a una
mayor iniciativa privada que permita dinamizar la economía.
El
Gobierno sueco tenía 55 empresas públicas y ha tratado de privatizar
todo aquello que no tiene fundamento para permanecer en el sector
público como son bancos, fábricas de pasta de papel, empresas de
telecomunicaciones, compañías aéreas, etc.